domingo, 30 de diciembre de 2012

Experiencias académicas


UNA EXPERIENCIA DE RE-CONFIGURACIÓN DEL ESPACIO-TIEMPO DESDE LA PERSPECTIVA GEOGRÁFICA Y LITERARIA

……………………………………………………………………..Jhon Jairo Sarmiento Cardozo Lic. E.B.E. Ciencias Sociales
Las ideas de espacio que se pretender instaurar a nivel académico en la escuela o en la universidad, suelen ser procesos reconocidos de maneras diversas por aquellos a quienes les son dirigidas, en un primer momento se podría decir que son representaciones que no pasan de lo teórico, pero que para ser transportadas al campo físico como algo real, se necesita más que una descripción o una simple imagen reflejada en un salón de clases para ser comprendidas de manera clara y consistente.
El contacto con la realidad y el estudio de la distribución y la disposición de los elementos que hacen parte de nuestros contextos geográficos, son vistos desde múltiples lenguajes, por ello, la formulación de un proyecto pedagógico que tenga como intensión el estudio de los diferentes factores que intervienen en el campo geográfico, vistos no solo desde la geografía (física y humana), sino que también dé apertura al campo literario para el análisis y entendimiento de lugares tan heterogéneos, determina una tarea compleja pero enriquecedora para el que decide hacer parte de tal propósito.
En esa relación de conocimientos se reflexiona y a la vez se apunta a que la labor emprendida por el grupo de docentes y estudiantes de la Universidad Distrital, que iniciaron un trabajo direccionado a mostrar las fortalezas de la salida de campo como un elemento fundamental para cambiar la rutina del aula de clases y consolidar la teoría por medio de la práctica y el contacto con el medio físico y social, distinto al cotidiano en la vida de docentes y estudiantes, fue un ejercicio que presentaba no solo los contrastes interpretativos en cada uno de los lugares visitados durante aquel período de tres semestres, sino por el contrario, a hacer más reflexiva la geografía y la viabilidad de otros saberes como la literatura, para lograr compenetrar y sensibilizar a los miembros del proyecto con una ciencia que para muchos, es entendida en instantes como la relación de los seres humanos con el medio físico, exponiendo los factores de clima, suelos, vegetación, entre otros, como su campo de acción. Opinión contraria cuando a la hora de la planeación y ejecución del proyecto, no solo se descubre la amplitud de elementos que enseña la geografía, moviendo también ese saber hacia una visión que, desde la literatura, deja observar métodos  innovadores y transversales que argumentan su plausibilidad a través de una combinación metódica, observando caminos alternativos para docentes y estudiantes a la hora del aprendizaje y la investigación.
Cuando se dio inicio al proyecto, el estudio previo de un material acorde con las salidas, permitió un acercamiento teórico a esa realidad tangible que es parte de la vida individual y colectiva de todos aquellos que decidieron involucrarse, en casos específicos, la consulta y lectura de textos que llevarán otra idea de un espacio imaginado, tal como lo fueron las novelas en conexión a espacios urbanos, permitieron obtener perspectivas, opiniones y criterios distintos a los que se podrían haber encontrado en textos científicos, a diferencia de éstos, los elaborados por autores novelescos, ayudaban a un primer rastreo que dio idea en muchos instantes de lo que se esperaba ver, claro está que las obras leídas eran en ocasiones obras de años anteriores y que ya no permitían pensar de esas maneras, sin embargo, lograron dar a los interesados la oportunidad de contrastarlas y sacar sus propias conclusiones, apropiando así conocimientos que partían tanto de saberes a priori como a posteriori, que en razón a ello daban validez de lo pertinente del proyecto.
La distribución de tareas en el interior del grupo de trabajo, se proponía adelantar  temáticas que contribuyeran: 1) a aprovechar de manera propicia el tiempo destinado por semestre para trabajar cada uno de los objetivos diseñados durante los tiempos acordados, 2) compartir las temáticas investigadas y experiencias obtenidas durante el proceso de consulta, 3) debatir los diferentes datos examinados y opiniones, 4) formular estrategias por grupos de trabajo para cada uno de los momentos de ejecución, 5) proponer de manera colectiva las nuevas recolecciones de datos en las salidas de campo, 6) participar en sesiones en las que el aprendizaje en la elaboración de mapas y otros temas de índole geográfica o literarios eran necesarios para fortalecer los ejes formulados en el proyecto, 7) socialización de datos recolectados y experiencias durante los tiempos de ejecución, 8) retroalimentación final y conclusiones de las jornadas de trabajo. Los  puntos descritos detallan diferentes momentos y estructuras básicas en el interior del proyecto, empero, toca aclarar que quedan por fuera otros que sin desmeritar su nivel de importancia, no fueron visibilizados, ya que el ejercicio de escribir sobre un proceso que tuvo un tiempo de duración tan largo, es algo complicado precisamente por la gran cantidad de vivencias y  estrategias de estudio diseñados en el transcurso de su planeación, ejecución y evaluación de resultados.
Un elemento importante a considerar cuando se analiza los momentos posteriores a la planeación y aprobación del proyecto, se dirige principalmente a ¿cómo se vivió el proyecto para los integrantes del mismo en cada uno de los lugares visitados?, tal vez algo que ayuda a contestar este interrogante, corresponda simplemente a que la vivencia tuvo múltiples significados, pues unos más que otros no lograron ocultar la curiosidad y el agrado cuando veían un llamativo paisaje, tomando inmediatamente un recuerdo en sus cámaras fotográficas, que incluso, la oportunidad de ver el mar personalmente y no por medio de una pantalla de televisión que delimitaba su grandeza, su fuerza y, al mismo tiempo su aterradora inmensidad, era motivo de emociones, curiosidades y comentarios incontrolables de mantener en privado, aun así, cuando se compartían en constantes momentos las vivencias, fueron experiencias tan diversas que no podían ser recopiladas o agrupadas fácilmente, probablemente por razones como: 1) ya haber emprendido en algún tiempo anterior las rutas predeterminadas y recorridas, 2) disimular las emociones ante el grupo, dejando observar grados de reserva frente a los participantes del proyecto y, 3) encontrar o no en cada sitio aquello que se esperaba ver, generando sorpresa cuando por lo visto y sentido, superando en ocasiones lo presupuestado. Como sea que se haya vivido, lo que puede llegar a significar más a nivel de experiencias, es que el espacio visto en imágenes en contraste con la realidad, denotaba diferencias cognitivas en la manera en cómo se configuraba los territorios enmarcados en los mapas mentales individuales antes de las salidas de campo, y el cómo se fueron re-configurando al paso del tiempo para apropiar los conocimientos que se hacían cada vez más fuertes por las vivencias obtenidas, aclarando que ellas se planteaban en dos vertientes, la primera en lo que se aporto tanto en la fase previa a la ejecución, y 2) en lo que tiene que ver con la praxis de las teorías ya estudias, que para el campo de la literatura se hacían desde perspectivas críticas y de comprobación de las narraciones y descripciones que los escritores detallaban a lo largo de las narrativas prosaicas de las obras examinadas.
Por otro lado, un factor que permaneció constante en la primera fase y en el resto del trabajo, fue la notoria representación de los imaginarios sociales, estableciendo a partir de ellos modos supuestos de comportamiento según los lugares programados en la agenda, por tanto, era necesario inferir no solo desde nosotros sino de la  literatura: rasgos naturales de los habitantes, expresiones lingüísticas, y otras muchas categorías que daban idea de la forma en que la vida social se manifestaba en los distintos territorios, en gran cantidad se hallaba información, obras y autores que en oportunidades eran totalmente desconocidos pero, que aun así sirvieron para dar soporte a las intenciones del grupo. Los imaginarios sociales, al igual que lo mencionado con la re-configuración mental de los espacios, sufrieron una transformación, confirmando a la vez la alteridad que estos tienen no en los escritos referentes a las maneras de ver y entender el mundo social en su proceso de interacción entre los individuos y su medio, y para el caso, aquellos quienes se desprenden de su sociedad más cercana para relacionarse con la diversidad socio-cultural del país, enriqueciendo la vivencia y el saber a través de los contrastes obtenidos por medio del proyecto y los objetivos propuestos con anterioridad.
Pretender conocer las cosas tan solo a través de los textos, no es suficiente, al leer esta afirmación, muchos estarán en desacuerdo, pero la experiencia no niega que el contraste entre teoría y práctica re-configura en uno u otro sentido las estructuras cognitivas. Los sentidos proporcionan representaciones que no logran ser reemplazadas para todos los casos por aprendizajes en el aula, viéndose limitados precisamente por esa falta de  contacto con el objeto de estudio, aunque toca denotar que la actitud de los individuos para apropiar el conocimiento es pieza clave para dar forma a las epistemes. La realidad está compuesta de una serie de estructuras objetivas y subjetivas para nuestro entendimiento, conformando campos sociales que, aún cuando estamos alejados espacialmente de muchas de ellas, intrínsecamente nos alcanzan sin ser conscientes de ello, por esto mismo, somos seres en constante necesidad de saber, queremos y sentimos que es nuestro deber saberlo todo, el espacio geográfico convive con nosotros y nosotros con él, y en esa relación nos construimos, no como seres independientes sino como sujetos y objetos complementarios, los símbolos y signos que transmite ese campo físico y social, son elementos que circulan y que retornan en sentidos diversos, transformando su significado. Las experiencias recogidas demostraron para el grupo de trabajo que, el capital pensable capaz de ser transformado según las circunstancias del medio y por visiones de mundo, posibilitan que la frase de Juan Camilo Escobar no sea letra muerta al afirmar: “lo imaginario es todo lo que tiende a volverse real”[1], entonces todo el capital pensable tal y como lo es la teoría del aula de clases, son representaciones e imaginario que son expresados, compartidos hacia los estudiantes con el fin que sean transportados hacia un campo real de comprobación, considerando que es ahí donde se alcanza las metas finales de la enseñanza.

En otro plano, la propuesta temática presente en el trabajo, también se complementaba en parte por la concepción del imaginario ó representación para observar como la carga simbólica que contiene cada uno con respecto a su geografía, es un capital pensable acumulado durante el contexto histórico de formación individual y colectivo a la hora de compartir mapas mentales de los territorios visitados, analizando desde en base a ellas y en repetidas ocasiones, una realidad posible de ser real en la medida que comprendamos como grupo social esas características de la materialidad por medio del acto comunicativo y argumentativo.

Aunque hasta el momento se ha hablado del espacio como punto de partida para ver los contrastes entre teoría y la práctica y, su forma de conjugarse en el proyecto y la salida de campo, se considera pertinente indicar que la categoría de tiempo, es una unidad de medida que permite el constante estudio del espacio geográfico y humano, para lo que cabe resaltar que en el mismo sentido, la literatura y su obras se sujetan al tiempo para re-configurar al hombre y su medio en composiciones prosaicas que tematizan sus realidades. Para dar mejor idea del tiempo en la comprensión de la re-configuración del espacio, se podría ejemplificar en primera medida para la geografía, como factor de entendimiento intrínseco en los cambios físicos terrestres, incluido claro está, dentro de las categorías de movimiento causadas por fenómenos naturales y, en segundo plano, las lecturas literarias que comprendían según su tiempo de escritura, una manera determinada de entender y describir los espacios por los cuales los personajes se desenvolvían, siendo en cada obra leída, palabras entrelazadas que representaban esa conexión innegablemente con territorios que para los involucrados en el proyecto, eran homólogos a los lugares de destino.

Expresar el proyecto en palabras es casi imposible, pues la grandeza de las experiencias suelen escaparse a las ideas que transmiten los conceptos y términos, conformando nuevos saberes que solo el empirismo reconoce como aprendizajes interiorizados. La propuesta teórica de imaginarios en el campo de las ciencias sociales, presentes en la humanidad desde el principio de sus tiempos, busca explicación a los fenómenos naturales y sociales que significarán pensamientos, ideologías, comportamientos, costumbres, tradiciones, entre otros, las cuales son el resultado de “leer en primer lugar desprendiéndose del propio ser”[2], aspirando manifestar un sentido simbólico de la realidad que fuera común para todos. “El imaginario es el conjunto de imágenes relacionadas que representan algo”[3], de aquí que podamos distinguir y agrupar los procesos mentales de forma metódica, pero ello no significa que las racionalicemos en su totalidad; condicionando las representaciones hacia el espacio y la solidez que puedan asegurar las realidades que representan[4]”, incluso esa realidad geográfica estudiada por su correspondiente campo. En este sentido las ciencias sociales y el proyecto en sí se han demostrado que el análisis de los entornos físicos y sociales, son expresiones inalienables para el hombre a la hora de construir sociedad.

En particular, el arte y el lenguaje son elementos que contienen un grado de significación en la forma de interiorizar y exteriorizar el pensamiento que es trasmitido a través de ellos, esto, en concordancia y pertinencia con la novela, que otorga una gran carga de signos y simbologías que precisamente transfieren eso que hemos venido comentando, las representaciones de las realidades, y es puesto en plural debido a la múltiple cosmovisión en la que se observa ANGOSTA por cada uno de sus personajes, puesto que las formas de ver y comprender su espacio, son tan diferentes en algunas ocasiones por razón de posiciones en las que se encuentran, lo cual cambia el imaginario, la definición y el sentido que se puede dar en la vida.
Licenciado en Educación Básica con énfasis en Ciencias Sociales (X semestre). Miembro del Semillero de investigación BUCLES SOCIALES. 2008


[1] ESCOBAR, Juan Camilo, Lo imaginario Entre las Ciencias Sociales y la Historia, Fondo Editorial. Universidad EAFIT, Medellín. Oct, 2000, Pág. 49.
[2] Las reglas del arte: génesis y estructura del campo literario / Pierre Bourdieu; traducción de Thomas Kauf. Barcelona: Editorial Anagrama, 1995.Pág. 9.
[3] Las Estructuras Antropológicas del Imaginario, Durand, G. Bordos, 1969, Pág. 11
[4] Lo imaginario Entre las Ciencias Sociales y la Historia, ESCOBAR, Juan Camilo, Fondo Editorial. Universidad EAFIT, Medellín. Oct, 2000, Pág. 107.

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