UNA EXPERIENCIA DE RE-CONFIGURACIÓN
DEL ESPACIO-TIEMPO DESDE LA PERSPECTIVA GEOGRÁFICA Y LITERARIA
……………………………………………………………………..Jhon Jairo Sarmiento Cardozo Lic.
E.B.E. Ciencias Sociales
Las ideas de espacio que se pretender
instaurar a nivel académico en la escuela o en la universidad, suelen ser
procesos reconocidos de maneras diversas por aquellos a quienes les son
dirigidas, en un primer momento se podría decir que son representaciones que no
pasan de lo teórico, pero que para ser transportadas al campo físico como algo
real, se necesita más que una descripción o una simple imagen reflejada en un
salón de clases para ser comprendidas de manera clara y consistente.
El contacto con la realidad y el
estudio de la distribución y la disposición de los elementos que hacen parte de
nuestros contextos geográficos, son vistos desde múltiples lenguajes, por ello,
la formulación de un proyecto pedagógico que tenga como intensión el estudio de
los diferentes factores que intervienen en el campo geográfico, vistos no solo
desde la geografía (física y humana), sino que también dé apertura al campo
literario para el análisis y entendimiento de lugares tan heterogéneos,
determina una tarea compleja pero enriquecedora para el que decide hacer parte
de tal propósito.
En esa relación de conocimientos se
reflexiona y a la vez se apunta a que la labor emprendida por el grupo de
docentes y estudiantes de la Universidad Distrital, que iniciaron un trabajo
direccionado a mostrar las fortalezas de la salida de campo como un elemento
fundamental para cambiar la rutina del aula de clases y consolidar la teoría
por medio de la práctica y el contacto con el medio físico y social, distinto
al cotidiano en la vida de docentes y estudiantes, fue un ejercicio que presentaba
no solo los contrastes interpretativos en cada uno de los lugares visitados
durante aquel período de tres semestres, sino por el contrario, a hacer más
reflexiva la geografía y la viabilidad de otros saberes como la literatura,
para lograr compenetrar y sensibilizar a los miembros del proyecto con una
ciencia que para muchos, es entendida en
instantes como la relación de los seres humanos con el medio físico, exponiendo
los factores de clima, suelos, vegetación, entre otros, como su campo de
acción. Opinión contraria cuando a la hora de la planeación y ejecución del
proyecto, no solo se descubre la amplitud de elementos que enseña la geografía,
moviendo también ese saber hacia una visión que, desde la literatura, deja
observar métodos innovadores y
transversales que argumentan su plausibilidad a través de una combinación
metódica, observando caminos alternativos para docentes y estudiantes a la hora
del aprendizaje y la investigación.
Cuando se dio inicio al proyecto, el
estudio previo de un material acorde con las salidas, permitió un acercamiento teórico
a esa realidad tangible que es parte de la vida individual y colectiva de todos
aquellos que decidieron involucrarse, en casos específicos, la consulta y
lectura de textos que llevarán otra idea de un espacio imaginado, tal como lo
fueron las novelas en conexión a espacios urbanos, permitieron obtener
perspectivas, opiniones y criterios distintos a los que se podrían haber
encontrado en textos científicos, a diferencia de éstos, los elaborados por
autores novelescos, ayudaban a un primer rastreo que dio idea en muchos
instantes de lo que se esperaba ver, claro está que las obras leídas eran en
ocasiones obras de años anteriores y que ya no permitían pensar de esas maneras,
sin embargo, lograron dar a los interesados la oportunidad de contrastarlas y
sacar sus propias conclusiones, apropiando así conocimientos que partían tanto
de saberes a priori como a posteriori, que en razón a ello daban
validez de lo pertinente del proyecto.
La distribución de tareas en el
interior del grupo de trabajo, se proponía adelantar temáticas que contribuyeran: 1) a aprovechar
de manera propicia el tiempo destinado por semestre para trabajar cada uno de
los objetivos diseñados durante los tiempos acordados, 2) compartir las
temáticas investigadas y experiencias obtenidas durante el proceso de consulta,
3) debatir los diferentes datos examinados y opiniones, 4) formular estrategias
por grupos de trabajo para cada uno de los momentos de ejecución, 5) proponer
de manera colectiva las nuevas recolecciones de datos en las salidas de campo,
6) participar en sesiones en las que el aprendizaje en la elaboración de mapas
y otros temas de índole geográfica o literarios eran necesarios para fortalecer
los ejes formulados en el proyecto, 7) socialización de datos recolectados y
experiencias durante los tiempos de ejecución, 8) retroalimentación final y
conclusiones de las jornadas de trabajo. Los
puntos descritos detallan diferentes momentos y estructuras básicas en
el interior del proyecto, empero, toca aclarar que quedan por fuera otros que
sin desmeritar su nivel de importancia, no fueron visibilizados, ya que el
ejercicio de escribir sobre un proceso que tuvo un tiempo de duración tan largo,
es algo complicado precisamente por la gran cantidad de vivencias y estrategias de estudio diseñados en el
transcurso de su planeación, ejecución y evaluación de resultados.
Un elemento importante a considerar
cuando se analiza los momentos posteriores a la planeación y aprobación del
proyecto, se dirige principalmente a ¿cómo se vivió el proyecto para los
integrantes del mismo en cada uno de los lugares visitados?, tal vez algo que
ayuda a contestar este interrogante, corresponda simplemente a que la vivencia
tuvo múltiples significados, pues unos más que otros no lograron ocultar la
curiosidad y el agrado cuando veían un llamativo paisaje, tomando
inmediatamente un recuerdo en sus cámaras fotográficas, que incluso, la
oportunidad de ver el mar personalmente y no por medio de una pantalla de
televisión que delimitaba su grandeza, su fuerza y, al mismo tiempo su
aterradora inmensidad, era motivo de emociones, curiosidades y comentarios
incontrolables de mantener en privado, aun así, cuando se compartían en
constantes momentos las vivencias, fueron experiencias tan diversas que no
podían ser recopiladas o agrupadas fácilmente, probablemente por razones como:
1) ya haber emprendido en algún tiempo anterior las rutas predeterminadas y
recorridas, 2) disimular las emociones ante el grupo, dejando observar grados
de reserva frente a los participantes del proyecto y, 3) encontrar o no en cada
sitio aquello que se esperaba ver, generando sorpresa cuando por lo visto y
sentido, superando en ocasiones lo presupuestado. Como sea que se haya vivido,
lo que puede llegar a significar más a nivel de experiencias, es que el espacio
visto en imágenes en contraste con la realidad, denotaba diferencias cognitivas
en la manera en cómo se configuraba los territorios enmarcados en los mapas
mentales individuales antes de las salidas de campo, y el cómo se fueron
re-configurando al paso del tiempo para apropiar los conocimientos que se
hacían cada vez más fuertes por las vivencias obtenidas, aclarando que ellas se
planteaban en dos vertientes, la primera en lo que se aporto tanto en la fase
previa a la ejecución, y 2) en lo que tiene que ver con la praxis de las
teorías ya estudias, que para el campo de la literatura se hacían desde
perspectivas críticas y de comprobación de las narraciones y descripciones que
los escritores detallaban a lo largo de las narrativas prosaicas de las obras examinadas.
Por otro lado, un factor que
permaneció constante en la primera fase y en el resto del trabajo, fue la
notoria representación de los imaginarios sociales, estableciendo a partir de
ellos modos supuestos de comportamiento según los lugares programados en la
agenda, por tanto, era necesario inferir no solo desde nosotros sino de la literatura: rasgos naturales de los
habitantes, expresiones lingüísticas, y otras muchas categorías que daban idea
de la forma en que la vida social se manifestaba en los distintos territorios,
en gran cantidad se hallaba información, obras y autores que en oportunidades
eran totalmente desconocidos pero, que aun así sirvieron para dar soporte a las
intenciones del grupo. Los imaginarios sociales, al igual que lo mencionado con
la re-configuración mental de los espacios, sufrieron una transformación,
confirmando a la vez la alteridad que estos tienen no en los escritos
referentes a las maneras de ver y entender el mundo social en su proceso de
interacción entre los individuos y su medio, y para el caso, aquellos quienes
se desprenden de su sociedad más cercana para relacionarse con la diversidad
socio-cultural del país, enriqueciendo la vivencia y el saber a través de los
contrastes obtenidos por medio del proyecto y los objetivos propuestos con
anterioridad.
Pretender conocer las cosas tan solo a
través de los textos, no es suficiente, al leer esta afirmación, muchos estarán
en desacuerdo, pero la experiencia no niega que el contraste entre teoría y
práctica re-configura en uno u otro sentido las estructuras cognitivas. Los
sentidos proporcionan representaciones que no logran ser reemplazadas para
todos los casos por aprendizajes en el aula, viéndose limitados precisamente
por esa falta de contacto con el objeto
de estudio, aunque toca denotar que la actitud de los individuos para apropiar
el conocimiento es pieza clave para dar forma a las epistemes. La realidad está compuesta de una serie de estructuras
objetivas y subjetivas para nuestro entendimiento, conformando campos sociales
que, aún cuando estamos alejados espacialmente de muchas de ellas,
intrínsecamente nos alcanzan sin ser conscientes de ello, por esto mismo, somos
seres en constante necesidad de saber, queremos y sentimos que es nuestro deber
saberlo todo, el espacio geográfico convive con nosotros y nosotros con él, y
en esa relación nos construimos, no como seres independientes sino como sujetos
y objetos complementarios, los símbolos y signos que
transmite ese campo físico y social, son elementos que circulan y que retornan
en sentidos diversos, transformando su significado. Las experiencias recogidas
demostraron para el grupo de trabajo que, el capital pensable capaz de ser
transformado según las circunstancias del medio y por visiones de mundo,
posibilitan que la frase de Juan Camilo Escobar no sea letra muerta al afirmar:
“lo imaginario es todo lo que tiende a volverse real”[1],
entonces todo el capital pensable tal y como lo es la teoría del aula de
clases, son representaciones e imaginario que son expresados, compartidos hacia
los estudiantes con el fin que sean transportados hacia un campo real de
comprobación, considerando que es ahí donde se alcanza las metas finales de la
enseñanza.
En otro plano, la propuesta temática presente
en el trabajo, también se complementaba en parte por la concepción del imaginario ó representación para observar como la carga simbólica que contiene
cada uno con respecto a su geografía, es un capital pensable acumulado durante
el contexto histórico de formación individual y colectivo a la hora de
compartir mapas mentales de los territorios visitados, analizando desde en base
a ellas y en repetidas ocasiones, una realidad posible de ser real en la medida
que comprendamos como grupo social esas características de la materialidad por
medio del acto comunicativo y argumentativo.
Aunque hasta
el momento se ha hablado del espacio
como punto de partida para ver los contrastes entre teoría y la práctica y, su
forma de conjugarse en el proyecto y la salida de campo, se considera
pertinente indicar que la categoría de tiempo,
es una unidad de medida que permite el constante estudio del espacio geográfico
y humano, para lo que cabe resaltar que en el mismo sentido, la literatura y su
obras se sujetan al tiempo para
re-configurar al hombre y su medio en composiciones prosaicas que tematizan sus
realidades. Para dar mejor idea del tiempo
en la comprensión de la re-configuración del espacio, se podría ejemplificar en primera medida para la
geografía, como factor de entendimiento intrínseco en los cambios físicos
terrestres, incluido claro está, dentro de las categorías de movimiento
causadas por fenómenos naturales y, en segundo plano, las lecturas literarias
que comprendían según su tiempo de escritura, una manera determinada de
entender y describir los espacios por los cuales los personajes se
desenvolvían, siendo en cada obra leída, palabras entrelazadas que
representaban esa conexión innegablemente con territorios que para los
involucrados en el proyecto, eran homólogos a los lugares de destino.
Expresar el proyecto en palabras es casi imposible, pues la
grandeza de las experiencias suelen escaparse a las ideas que transmiten los
conceptos y términos, conformando nuevos saberes que solo el empirismo reconoce
como aprendizajes interiorizados. La propuesta teórica de imaginarios en el
campo de las ciencias sociales, presentes en la humanidad desde el principio de
sus tiempos, busca explicación a los fenómenos naturales y sociales que
significarán pensamientos, ideologías, comportamientos, costumbres,
tradiciones, entre otros, las cuales son el resultado de “leer en primer
lugar desprendiéndose del propio ser”[2],
aspirando manifestar un sentido simbólico de la realidad que fuera común
para todos. “El imaginario es el conjunto de imágenes relacionadas que
representan algo”[3], de aquí que
podamos distinguir y agrupar los procesos mentales de forma metódica, pero ello
no significa que las racionalicemos en su totalidad; condicionando las
representaciones hacia el espacio y la solidez que puedan asegurar las
realidades que representan[4]”,
incluso esa realidad geográfica estudiada por su correspondiente campo. En este
sentido las ciencias sociales y el proyecto en sí se han demostrado que el
análisis de los entornos físicos y sociales, son expresiones inalienables para
el hombre a la hora de construir sociedad.
En
particular, el arte y el lenguaje son elementos que contienen un grado de
significación en la forma de interiorizar y exteriorizar el pensamiento que es trasmitido
a través de ellos, esto, en concordancia y pertinencia con la novela, que otorga
una gran carga de signos y simbologías que precisamente transfieren eso que
hemos venido comentando, las representaciones
de las realidades, y es puesto en plural debido a la múltiple cosmovisión en la
que se observa ANGOSTA por cada uno
de sus personajes, puesto que las formas de ver y comprender su espacio, son
tan diferentes en algunas ocasiones por razón de posiciones en las que se
encuentran, lo cual cambia el imaginario, la definición y el sentido que se
puede dar en la vida.
Licenciado en Educación
Básica con énfasis en Ciencias Sociales (X semestre). Miembro del Semillero de
investigación BUCLES SOCIALES. 2008
[1] ESCOBAR, Juan Camilo, Lo imaginario Entre las Ciencias
Sociales y la Historia ,
Fondo Editorial. Universidad EAFIT, Medellín. Oct, 2000, Pág. 49.
[2] Las reglas
del arte: génesis y estructura del campo literario / Pierre Bourdieu;
traducción de Thomas Kauf. Barcelona: Editorial Anagrama, 1995.Pág. 9.
[4] Lo imaginario
Entre las Ciencias Sociales y la
Historia , ESCOBAR, Juan Camilo, Fondo Editorial. Universidad
EAFIT, Medellín. Oct, 2000, Pág. 107.
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