domingo, 25 de diciembre de 2011

III Parte de Dialéctica de Henri Lefebvre

III Parte de Dialéctica de Henri Lefebvre


La libertad es posibilitadora de las interpretaciones, y también de las formas en como se puede degenerar el conocimiento si no se delimita la hermenéutica del saber. El autor destaca en esta vía de la búsqueda por la verdad una doble manera de consecución: la que llama abstracta y la sintética, la primera venida desde la lógica de lo que es en sí y la segunda la lógica del contenido, pareciera incluso ser un método de filtración de lo verosímil, aún así toca aclarar que su abstracticidad es un impedimento en repetidas ocasiones a causa de la univocidad en la que parte él sujeto, una falta de corriente científica que apoye los fundamentos hipotéticos planteados. Sin embargo frente al presente planteamiento la coherencia de los juicios esta precisamente en recrear el objeto como una herramienta con un fin y no como una aplicación cerrada de la forma en la que se estableció. Más cuando la recreación de lo que es deja de ser cuando se complementa con su descripción, para el autor identidad y contradicción, sustentándolo en un ejemplo sencillo:

..."el árbol es verde" se plantea "A es B", no se permanece en la identidad y en la duplicación formal; se introduce un contenido, una oposición, con relación a la cual la identidad formal es también una diferencia.

Con ello logramos observar una vinculación innegable con lo concreto, soportado desde las ideas del hombre que pretenden una imagen y un código de la realidad para comunicarla, es en esa afirmación en la que la ontología acude contraponiendo dos nuevas bases de saberes: lo dogmático y lo metafísico, lo real y lo desconocido, provocando un desdoble de lo que se interpreta y lo que se deja para su limite final del espíritu puro o inconcluso final. Sea como sea, su conclusión se encierra en que la esencia de las cosas es el acuerdo del principio de identidad que lo sostiene y que lo hace apegarse a una funcionalidad de la sustancia que recrea la realidad y a cada una de sus partes.

Constantemente la lógica de la identidad está ligada a la metafísica del Ser, a la cosmovisión y forma en que reconoce los objetos. La consonante identidad se concibe diferentemente a una forma pura, es más una facultad interna y fundamental para lo que es el ser en su tiempo, teniendo presente que es su contexto el que le permite conocerse y reconocer su entorno. Se pretende pasar de la identidad en el pensamiento a la identidad objetiva, he ahí donde encontramos un obstaculo desconocido por la existencia de una sustancia que nos compone y que aun no descubrimos en su totalidad para ver lo demás partiendo de su hecho de ser, más bien, nos dedicamos a definir en una carrera interminable mientras vamos recorriendo el descubrimiento de nuestro propio ser (formas de cosmovisión y de entendimiento de universalismos del hombre), pero jamás es independiente de un dogmatismo que realiza una parte del contenido.