sábado, 24 de enero de 2015

Enero 24, Historia 7o, Prehistoria, Hominización y Civilizaciones Antiguas

Repaso General: Prehistoria, Hominización y Civilizaciones Antiguas 

(PUEDE DAR CLICK EN LAS IMÁGENES PARA AUMENTAR EL TAMAÑO).

Actividad: Elabore un cuadro comparativo entre Grecia y Roma.

HOMINIZACIÓN:

http://s3images.coroflot.com/user_files/individual_files/original_375561_cDPAXUnqS0b0WC3Ke9aq_k_9j.jpg

LA PREHISTORIA


Desde tiempo inmemorial el hombre se ha preocupado de recuperar y rehabilitar a los individuos que habían perdido sus condiciones físicas naturales, como consecuencia de afecciones patológicas o por los accidentes acaecidos en sus vidas. Los remedios empleados con fines terapéuticos surgieron ya con los hombres primitivos como un medio más de defensa y supervivencia de la especie. Es razonable aceptar el hecho de que el hombre primitivo ya tuviera padecimientos y que necesitara de sus semejantes para intentar aliviar o solucionar sus dolencias. La historia de la humanidad se funde con la historia de los intentos por remediar la enfermedad y evitar la muerte. Los primeros momentos del ser humano se desarrollaron en un mundo hostil en el que la supervivencia de los homínidos era corta y difícil, a juzgar por los restos y reconstrucciones disponibles. Es sorprendente el cúmulo de datos que pueden deducirse del estudio de la estructura ósea, como demuestran los sofisticados planteamientos de biomecánica articular que surgen de yacimientos como el de Atapuerca.


La Paleopatología, término acuñado el pasado siglo por Sir Marc Armand Ruffer, demuestra callos de fractura, tumores óseos, huellas de osteomielitis, signos degenerativos articulares, así como sífilis y tuberculosis ósea en restos óseos y momificados (figura 1: fotografía Dr. Domingo Campillo). 

También se han encontrado malformaciones esqueléticas en fósiles (asimetrías de pelvis, pes varus, sindactilias ...) en yacimientos prehistóricos tanto de Europa como de África. Se han hallado evidencias de huesos fracturados, en algunos de los cuales se produjo la consolidación con un alineamiento bastante aceptable.

Es inevitable que, en algún momento, el hombre prehistórico creara alguna férula tosca, y que desde entonces se reconocieran sus ventajas. El hombre primitivo también fue probablemente el primero en realizar amputaciones de miembros y dedos. Los primeros ensayos terapéuticos sobre el sistema musculoesquelético fueron probablemente gestos intuitivos impuestos por la necesidad: contener una hemorragia, curar una herida, inmovilizar o reducir una fractura. La inmovilidad y el calor junto al hogar, o la aplicación de piedras calientes posiblemente fue utilizada para aliviar el dolor musculoesquelético. De la observación de las consecuencias obtenidas con el ensayo pudo derivarse el intento de modificarlas, llegando a la repetición de las experiencias que aportasen mejores resultados.

Los primeros actos terapéuticos sobre heridas y traumatismos se basan en una metodología adquirida, aceptada y asimilada, que reposa en el inconsciente de la Humanidad. Los pueblos primitivos actuales han tratado las heridas y demás lesiones traumáticas de una forma empírica pero muchas veces eficaz basándose en este método de trabajo, aunque distorsionado por las creencias. Ungüentos, protecciones, férulas y maniobras terapéuticas, se amparan en ritos, talismanes y creencias sobre la muerte y la enfermedad. La combinación de elementos mágicos y empíricos caracteriza esta medicina primitiva.

CIVILIZACIONES ANTIGUAS


Los primeros testimonios escritos referentes a la práctica de la medicina se hallan en Mesopotamia, alrededor del año 3000 a.C. A partir de este momento se produce en la cuenca del Mediterráneo el florecimiento, interacción y ocaso sucesivos de numerosas culturas, siendo ésta una época en la que las ciencias y las artes alcanzaron un desarrollo paralelo a los logros económicos y políticos de las distintas culturas. De forma paralela se desarrollaron otras culturas en regiones muy alejadas (China, India ...). Aunque prácticamente todas las culturas han realizado aportaciones a la ciencia médica, en la presente revisión nos vamos a referir de forma exclusiva a las culturas de nuestro entorno geográfico y a la historia de la cirugía occidental.

GRECIA

Los Antiguos Griegos pueden ser considerados como los primeros en utilizar una concepción científica del mundo. También fueron los primeros en describir en detalle su historia y progresos. El mismo Homero (800 a.C.), en su relato de la guerra de Troya, nos permite comprender el conocimiento de las lesiones en esa época y su tratamiento. La Ilíada también contiene referencias a varias deformidades musuloesqueléticas. Homero utilizó un léxico anatómico de unas 150 palabras

Los cuerpos momificados, pinturas murales y jeroglíficos, nos han mostrado que los antiguos egipcios sufrían las mismas afecciones que padecemos hoy en día. También nos han enseñado algunas de las prácticas ortopédicas de aquella época. Se han hallado férulas en momias, fabricadas con bambú, caña, madera o cortezas de árboles y almohadilladas con lienzo. Asimismo existen pruebas del uso de muletas, siendo el testimonio más antiguo del uso de una muleta un grabado realizado en el año 2.830 a.C. en la entrada de la tumba de Hirkouf (figura 2: Escena de la XVIII dinastía: hombre jóven con poliomielitis apoyado sobre un báculo, Colección Carlsberg, Copenhague).

Por otra parte, en varios papiros médicos del Antiguo Egipto, Ramesseum (1900 a.C.), Kahoum (1850 a.C.) y fundamentalmente en los papiros de Ebers, de Hearts y de Edwin Smith (1600 a.C.), se encuentran citas sobre prácticas relacionadas con las lesiones musculoesqueléticas. En el papiro de Ebers (1500 a.C.) se hace referencia a distintos tipos de reumatismos. El papiro de Hearts (1550 a.C.) ofrece varios casos clínicos con detalles sobre fracturas de miembros y mordeduras ponzoñosas.

EL IMPERIO ROMANO

Desde los comienzos de la república romana existieron médicos, pero la medicina no se consideraba una profesión digna de los ciudadanos, por lo que era ejercida sobre todo por extranjeros.


Aulo Cornelio Celso (53 a.C.-7 d.C) recogió de forma enciclopédica en un texto denominado "Artes" el conocimiento médico de su época a pesar de que no era médico. En el libro IV de "Artes" se enuncian los cuatro signos clásicos de la inflamación: rubor, dolor, calor y tumor. El libro VII trata sobre cirugía y el VIII sobre las enfermedades de los huesos. Celso (figura 4: retrato de Celso en pintura fechada en 1765) describió por primera vez las ligaduras. En las fracturas sugirió la utilización de férulas con vendajes de materiales semirrígidos como la cera y la pasta de harina. También describió cerca de cincuenta tipos de instrumentos quirúrgicos. Su obra fue desconocida hasta finales del siglo XIV.

Sorano de Ephesos (98-138 d.C.), perteneció a la denominada Escuela Metódica (fundada por Themison de Laodicea), así denominada por buscar métodos que facilitasen el aprendizaje y la prácica de la medicina. A Sorano de Ephesos se le conoce como el fundador de la obstetricia y ginecología, pero sus escritos abarcaron muchos campos, incluido la descripción de los síntomas de las fracturas y los vendajes.

En esta época, también alcanzaron cierto renombre algunos cirujanos de la Escuela Pneumática (fundada por Atheneo de Atalia). Entre estos destaca Heliodoros (98-117 d.C.), griego que ejerció la cirugía en Roma y que escribió varios tratados: Sobre Cirugía, Articulaciones y Luxaciones.

Contemporáneo de los autores anteriores, Rufus de Éfeso, de la Escuela Ecléctica, fue un importante anatomista y entre sus aportaciones destaca la descripción de los gangliones tendinosos y su tratamiento mediante compresión.

Durante el imperio romano, existió otra respetada figura: Galeno (129-199 d.C.), originario de Pergamo. Fue cirujano de gladiadores y adquirió cierta experiencia en el tratamiento de heridas, huesos, articulaciones y músculos. A menudo se le conoce como el padre de la medicina deportiva. Galeno, en el tratamiento de las enfermedades, prefirió dejar actuar a la naturaleza (la naturaleza se curaba a sí misma) debiendo el médico solamente ayudarla. Era partidario del masaje como preparación a la actividad deportiva y entre sus recomendaciones se encontraba la deambulación, los movimientos específicos y los ejercicios activos y pasivos como tratamiento de ciertas enfermedades. Galeno fue también un gran anatomista. Hizo una excelente descripción del esqueleto y de los músculos que lo mueven, en particular, de la forma en que se envían señales desde el cerebro a los músculos a través de los nervios. En lo que respecta a la patología osteoarticular, habla de la destrucción ósea, de los secuestros y de la reparación en la osteomielitis, llegando a realizar algunas resecciones en estos casos. Galeno fue el que inició el conocimiento sistemático de la anatomía humana aplicada al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades: conoció la osteología por el estudio directo del esqueleto humano, y la estructura de las partes blandas por las disecciones de animales. En su texto "Sobre los procedimientos anatómicos" explica la forma de la mesa de disecciones y la técnica de estudio anatómico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario