sábado, 26 de noviembre de 2011

II parte de: Dialéctica de Henri Lefebvre


II parte de Dialéctica de Henri Lefebvre

Constantemente la lógica de la identidad está ligada a la metafísica del Ser. La consonante identidad se concibe diferentemente a una forma pura, es más una facultad interna y fundamental para lo que es el ser. Se pretende pasar de la identidad en el pensamiento a la identidad objetiva, forma de existencia de toda sustancia real. El ser y todo ser es idéntico a sí mismo y se define así (formas de cosmovisión y de entendimiento de universalismos del hombre). La identidad es entonces tomada como forma y en ocasiones es solidaria con un atomismo metafísico (según Henri al citar a Dühring), con una teoría de la estructura espiritual (Hüsserl) e incluso una ontología de la sensación (Escuela de Viena), pero jamás es independiente de un dogmatismo que realiza una parte limitada del contenido.
Como contenido, como su propio contenido. Este aspecto del aristotelismo (el más abstracto, el menos profundo quizá, si es verdad que el aristotelismo fue también una teoría de la individualidad de todo ser concreto) fue aislado y desarrollado por la filosofía posterior. Hasta Leibniz, el pensamiento occidental cumplió un esfuerzo heroico y vano para extraer el contenido de la forma, pasar lógicamente del ser pensado al ser existente, para deducir el mundo.
La relación del contenido y de la forma en la lógica formal es entonces mal determinada y controvertible. Conserva a la vez demasiado y demasiado poco contenido. El contenido es unilateral ha sido de hecho recibido, luego separado, inmovilizado, traspuesto metafísicamente. El postulado lógico metafísico es por cierto el del pensamiento "mágico": la relación de la forma con el contenido es concebida como una participación. La identidad formal se convierte así en un esquema de identificación en el sentido del pensamiento mágico. Dirigida contra las doctrinas mágicas y los misticismos, la lógica formal no alcanza su finalidad, no sobrepasa verdaderamente a las teorías desprovistas de rigor tradicional, sino que permanece a su nivel.

Tomado y ajustado del texto de Dialéctica de Henri Lefebvre.

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